martes, 13 de enero de 2009

Trinitat Vella

Que sí, que lo que yo te diga, hazme caso.
Yo creo que no es así.
Bueno, tú mismo, pero estoy seguro.
No puede ser que de la noche a la mañana te puedan echar a la calle sin darte una indemnización. Que sí, que eso es un despido improcedente. No te corresponde nada. Te vas y ya está.
Yo creo que en un despido improcedente te tienen que pagar algo, una indemnización.
Lo que yo te diga. Te vas sin nada. Te echan y te vas con una mano delante y otra detrás.
Pero te darán un finiquito o algo.
Que no. Si lo consideran como despido no te dan nada. Para darte el finiquito tiene que ser Recursos Humanos quien lo autorice.
Pues yo no tenía entendido eso. Me parece muy heavy que puedan hacer eso, despedirte cuando les dé la gana sin darte nada. No creo que sea así.
Y dale. Te digo que sí. Que mi hermano hizo un cursillo de derecho laboral de esos que monta Fomento y me lo comentó.
Yo creo que no puede ser. Pero bueno.
Ya te traeré el manual que le dieron, ya verás.
Vale.
Oye, ¿te has enterado de la nueva campaña esa de los autobuses?
¿Cuála?
Cuála Pascuala.
¿Qué campaña?
La de los ateos. Han colgado carteles publicitarios en algunos autobuses que dicen “Probablemente Dios no existe. Disfruta la vida”.
Guay.
¿Sólo guay?
Sí, ¿qué más quieres?
No sé, saber si estás de acuerdo o no.
¿De acuerdo en que pongan carteles o de acuerdo en lo que dicen?
En las dos cosas.
¿Quién paga los carteles?
Creo que recogían fondos.
¿Voluntariamente?
Hombre, sí, imagino que sí, no van a ir con pistolas por la calle apuntándote a la sien.
Entonces estoy de acuerdo. Yo suelo estar de acuerdo con todo lo que es voluntario.
Es una buena filosofía. ¿Y de la frase qué opinas?
¿Me la repites?
Creo que es algo así como “probablemente Dios no existe. Disfruta la vida”.
Pues también me parece bien.
¿Pero te parece bien porque no crees en Dios?
Me parece bien porque hay que disfrutar la vida.
Eso no responde a mi pregunta.
¿Si creo en Dios? Uf, es una de las preguntas del millón.
¿Hay más?
Sí, todas las que están relacionadas, ya sabes, ¿de dónde venimos? ¿adónde vamos? ¿es cierta la teoría del big bang?
Y qué opinas.
¿Qué opino de qué?
Pues de todo. De Dios, del origen del Universo, de todo eso.
Son las 8 de la mañana.
¿Y qué?
Pues que no estoy yo para filosofar con temas trascendentales.
Bueno.
¿Bueno qué?
Que eres un rancio.
Rancio, ¿por qué?
Pues porque nunca te mojas en nada.
¿Qué quiere decir eso?
Que siempre te evades.
¿Me evado?
Sí. A la que hay un tema importante que tratar te vas por la tangente.
¿Por la tangente?
Sí.
¿Por qué dices eso?
Pues porque es cierto. No sueles contestar. O te vas por las ramas, o cambias de tema.
Uaaaaaaaaaah
O te pones a bostezar…
Perdona. Me ha recordado a un monólogo del Buenafuente que hablaba de bostezos. Decía que cuando no tienes mucha confianza con alguien quien estás hablando y te viene un bostezo se pasa muy mal. Tratas de ocultarlo, sin abrir la boca y empiezas a hacer muecas. Te cae una lagrimilla por el ojo…
¿Lo ves?
¿El qué, el cartel?
Ya lo has vuelto a hacer. Ya has cambiado de tema.
Es que me lo has recordado.
Que te den.
Vale. Pero que sean dos rubias.
Dos peces espada son los que te deberían dar.
No te mosquees.
No, si no me mosqueo. No vale la pena.
¿El qué?
Hablar contigo.
¿No vale la pena hablar conmigo?
No.
Venga hombre, tampoco es para tanto, ¿no?
Que lo dejes ya. Que parecemos una pareja de abuelos que no saben de qué hablar.
Se te va la pinza.
Vale.
Bueno.
Oye.
¿Qué?
En esta vida hay dos clases de personas.
Vale.
¿No me vas a preguntar cuáles son?
No.
Rancio.
Risueño.
Eso, sueño, sueño es lo que tengo.
Venga dime.
¿Qué quieres que te diga?
¿Qué dos clases de personas hay?
Ah! Los Playstasionistas y los Equixboxistas.
Anda y que te den.
Vale, pero que sean dos rubias.